Rusia ha añadido al «movimiento LGBT» a su lista de organizaciones extremistas y terroristas, en concordancia con una decisión de la Corte Suprema del año anterior.

Los medios estatales han reportado que el «movimiento LGBT» ha sido incluido en la lista de la agencia Rosfinmonitoring, encargada de combatir la financiación del terrorismo y con autoridad para congelar las cuentas bancarias de más de 14.000 entidades e individuos designados como extremistas.

La designación se aplica al «movimiento social LGBT internacional y sus divisiones», según informes de la agencia estatal de noticias RIA. En la lista de Rosfinmonitoring actualmente figuran 511 organizaciones.

Además, en marzo, el Ministerio de Justicia de Rusia añadió al «movimiento LGBT» en una lista de organizaciones prohibidas y disueltas. Esta acción ha generado críticas a nivel internacional y preocupación por posibles violaciones de derechos humanos.

En noviembre, la Corte Suprema de Rusia dictaminó que los activistas LGBT eran extremistas, siguiendo una petición del Ministerio de Justicia ruso para prohibir la «actividad del movimiento en el territorio de la Federación Rusa».

Según Amnistía Internacional, una persona condenada por participar en «organizaciones extremistas» relacionadas con el LGBT podría enfrentar entre cinco y diez años de prisión.

«Esta frase, utilizada por el Ministerio de Justicia ruso, parece apuntar no a un grupo o iniciativa establecida y claramente definida, sino a cualquier activismo en defensa de los derechos humanos de las personas LGBTI o incluso a cualquier asociación pública con la comunidad LGBTI», informó Amnistía Internacional.

La Unión Europea criticó la decisión del Tribunal Supremo, señalando que esta medida busca perseguir a la comunidad LGBTIQ y reprimir a quienes defienden los derechos humanos.

«En medio de la represión de décadas de los derechos de las personas LGBTIQ desatada bajo el presidente Putin, esta decisión tiene como objetivo perseguir aún más a la comunidad LGBTIQ en Rusia y pretende sofocar a la sociedad civil y a quienes defienden valientemente los derechos humanos. Esta decisión impedirá que las personas LGBTIQ disfruten de sus derechos humanos y su dignidad por temor a una persecución injustificada», dijo la UE en una declaración.

La retórica de Putin ha atacado cada vez más los valores liberales occidentales, acusándolos de destruir la familia y promover la pedofilia, mientras que la Iglesia Ortodoxa Rusa ha cortado lazos con las iglesias occidentales que apoyan los derechos LGBT.

Putin ha sugerido que la institución de la familia se ve amenazada por el avance del matrimonio entre personas del mismo sexo y otros derechos para la comunidad LGBT.

«Mira lo que están haciendo con su propia gente. Se trata de la destrucción de la familia, de la identidad cultural y nacional, de la perversión y del abuso de los niños, incluida la pedofilia, todo lo cual se declara normal en sus vidas», dijo Putin en febrero.

«Miren las Sagradas Escrituras y los principales libros de otras religiones del mundo. Lo dicen todo, incluso que la familia es la unión de un hombre y una mujer, pero estos textos sagrados ahora están siendo cuestionados», finalizó.